ISBN: 9788484892946.
- La cultura de la nobleza: Adolfo Carrasco, María Luisa Lobato, Santiago Martínez y Margaret Rich Greer abordan la construcción de la identidad nobiliaria del XVII, basada en su imagen pública, es decir, en tanto que personajes/actores del espectáculo de la corte.
- El caso paradigmático del duque de Lerma: Maria Grazia Profeti, Teresa Ferrer Valls, Patrick Williams y Bernardo J. García se ocupan del nuevo modelo de privanza impuesto por el Duque desde los festejos de Denia de 1599 hasta las fiestas de Lerma de 1617.
- El mecenazgo y la relación de los dramaturgos con el poder: Elisabeth R. Wright, Felipe Pedraza, Juan Antonio Martínez Berbel y Germán Vega García-Luengos analizan las relaciones de patrocinio, particularmente en los casos de Lope y de Vélez de Guevara.
- La relación entre la escena y la novela: María Teresa Chávez, Esther Borrego y Judith Farré estudian la escenografía "a la italiana" del teatro cortesano así como la huella en escena de los libros de caballerías o del Quijote.
- La práctica —estudiada en el volumen desde diferentes ángulos— del teatro interpretado en el siglo XVII por miembros de la casa real o por nobles próximos a la misma tiene un claro precedente en el siglo XVI, en la corte "fronteriza" de Alba, donde sabemos que muchas representaciones circunstanciales (véase el caso de Juan del Encina) borraban ya totalmente la barrera entre actores y espectadores. Ahora bien, ¿hay diferencias significativas entre esas prácticas palaciegas del XVI y las del XVII, descritas en el volumen?
- El teatro "de nobles en palacio" tratado en este estudio, ¿estaría relacionado con la "puesta en escena" de la realeza en el XVII, al mismo título que la construcción del Salón de Reinos en el Retiro (salón perfectamente paralelo al Banqueting House de Whitehall o a la Galerie des Glaces de Versalles, como señala Elliott)? ¿Es paralela la práctica teatral/festiva española a la de las otras cortes europeas mencionadas?
- ¿Puede establecerse un paralelo entre el protagonismo organizativo del duque de Lerma o del conde de Saldaña y la presencia de Olivares en el cuadro La recuperación de Bahía de Brasil de Maíno? Recuérdese que, en esta obra de Maíno, en el cuadro dentro del cuadro mostrado por Fadrique de Toledo, el Conde-Duque y Minerva coronan de laurel al rey. ¿Se trata, en un caso como en otro, de un intento de "meterse en la foto real"? ¿Más todavía, de mostrarse como "hacedor" del rey?
- En el caso de El villano en su rincón, ¿cómo se conjuga la repetida presencia de un rey "común y corriente", es decir, aparentemente fuera de toda puesta en escena, con la orquestadísima presentación teatral de que es objeto la figura del monarca en el siglo XVII europeo?
- El villano en su rincón hace aparecer profusamente en escena la figura real, algo positivamente problemático desde el siglo XVI (recuérdese la repulsa que sentía de Felipe II por estas presencias). ¿Cómo puede permitirse la comedia ir aparentemente tan a contracorriente? ¿Qué ha cambiado, con relación el viejo monarca, durante los reinados de Felipe III y Felipe IV?
- El emparentamiento de El villano en su rincón —en tanto que fábula moralizante— con los tratados del tipo "cómo debe ser el príncipe" puede ser heurísticamente fecundo. Ahora bien, el deber ser muestra —en cuanto no ser de hecho— una falla en el esquema de la verosimilitud teatral "realista": esto es teatro, estaría diciendo la comedia. ¿Sería posible ver así en ella una metarrepresentación del teatro mismo?
Université du Québec à Trois-Rivières