martes, 29 de mayo de 2007

Teatro colegial en Nueva España. Texto y contexto de «El esposo por enigma» (1646)

Teatro colegial en Nueva España. Texto y contexto de «El esposo por enigma» (1646), por Emilio de Miguel Martínez y Javier San José Lera, Salamanca, Universidad, SEMYR, MMVI.
ISBN: 84-934697-5-0


Dentro de la efervescencia que en la última década está cobrando el estudio del teatro jesuítico[1] conviene señalar esta obra como modelo de lo que puede ser la edición de textos de aquel teatro escolar que utilizaron los jesuitas como auxiliar pedagógico.

Afrontar la edición de textos manuscritos de los siglos XVI y XVII exige una pericia en crítica textual que no está al alcance de cualquier editor por muy voluntarioso que éste sea; la labor de un editor es ofrecer un texto legible para el lector moderno y avalado por unas garantías de crítica textual que ofrezcan una versión creíble y fiable como fundamento y base de toda exégesis literaria. Si hacer ediciones críticas de textos impresos en los siglo XVI y XVII resulta ya muy problemático —fue mucho lo que recientemente se escribió a este respecto a propósito de la primera edición del Quijote—, la dificultad aumenta notablemente cuando hemos de editar textos manuscritos que no han pasado por el filtro de los impresores, primeros encargados de segmentar el decurso lingüístico en los niveles ortográficos y morfosintácticos. Con frecuencia el editor de aquellos textos se enfrenta a parlamentos que son todo un conglomerado anárquico de signos grafemáticos susceptibles de un pluralismo de lecturas. En ocasiones no resulta fácil distribuir gramatical y sintácticamente el texto, por lo que representa una tarea árida. Modernizar el texto en aquellos aspectos ortográficos, siempre que respeten los niveles fonéticos y fonológicos de estadio de la lengua en la que se generó el texto, parece ya algo canonizado en la edición de textos de nuestro Siglo de Oro. Intentar, bajo pretexto de mayor rigor científico, reproducir fielmente un texto, «incluidos los errores» —y además sin señalarlos, cuando esto ocurre— presenta el peligro de ofrecer unos textos con una doble suma de errores: los del escribano del manuscrito original más los errores del amanuense moderno. El resultado es manifiesto: versiones ilegibles para el lector moderno y a su vez carentes de credibilidad semántica.

La obra que reseñamos tiene, a nuestro juicio, el carácter de acercarse a un modelo de cómo se han de editar los textos de nuestro Siglo de Oro. En primer lugar, es un texto legible —a pesar del quizás excesivo respeto que muestran en ocasiones los editores por formas ortográficas arcaicas que pueden resultar violentas para el lector actual, cuando la forma moderna no alteraría las características lingüísticas del sistema fonético y fonológico del español del siglo XVII—. La información filológica que puede proporcionarse a los estudiosos de la historia de la lengua utilizando estos criterios podría quedar subsanada con un sencillo epígrafe sobre las características ortográficas más significativas del manuscrito. No obstante, los editores justifican su opción y, por tanto, nada que objetar. Estamos, como bien se sabe, ante una cuestión discutible.

Las notas aclaratorias, aunque concisas, son suficientes, ya que el texto lleva una introducción exhaustiva que corresponde al «contexto» de la obra y que nos proporciona una adecuada erudición informativa para comprender su significado tanto desde el punto de vista de la circunstancia histórica que motiva la escenificación como desde la perspectiva de su significación literaria. Son frecuentes en el teatro jesuítico las «comedias de circunstancias» con motivo de la visita a un colegio de la Compañía de un personaje ilustre de la sociedad civil o religiosa. En nuestro «Repertorio»[2] pertenecen a esta categoría los números 19, 22, 58, 59, 74, 108, 110, 115, 182 y 185. En el caso que nos ocupa, la obra se representó en 1646 con motivo de la visita del obispo fray Marcos Ramírez de Prado al colegio de san Pedro y san Pablo de México; una circunstancia que condiciona los elementos y las técnicas escénicas de la obra; se ha de destacar ante todo la función que el anónimo dramaturgo asigna a la alegoría y al sustrato mitológico, dos constantes referentes que los dramaturgos del teatro jesuítico manejan con maestría. El matrimonio místico entre el obispo y su diócesis es una alegoría, también sobre un sustrato mitológico, que había sido tratado con anterioridad por el teatro jesuítico. El Ms 9/2568 (antiguo 387) que custodia la Biblioteca de la Real Academia de la Historia recoge dos representaciones, cuyas reseñas aparecen en el «Repertorio» señalado y que corresponden a los números 58 y 59, sobre la llegada del obispo Andrés Pacheco a la diócesis de Segovia el 22 de octubre de 1577. Como en el caso de El esposo y el enigma, se nos presenta también Filis como alegoría de la iglesia local. Una curiosa coincidencia que quizás merecería la pena esclarecer teniendo en cuenta las lógicas diferencias entre una obra de finales del XVI, sazonada por el bucolismo renacentista latino-castellano, y la otra nacida en pleno apogeo de la comedia barroca, toda ella en castellano.

Dentro de la historia del teatro jesuítico, entre esta obra, El esposo del enigma (1646), representada en México, y los inicios del teatro jesuítico español media casi un siglo —téngase presente que la primera experiencia de teatro escolar en un colegio de jesuitas en España tuvo lugar en el Colegio de Córdoba el día de san Juan Bautista del año 1555, fiesta en la que se escenificó, de la mano del P. Acevedo, el Acolastus, representación que puede ser considerada la primera en un colegio jesuítico español—. Un segmento cronológico que habrá que tener en cuenta para establecer la significación de la obra aquí reseñada en el conjunto del devenir del teatro escolar de los jesuitas no solo en España sino también en Hispanoamérica, una ruta que también es necesario recorrer.

Bienvenida sea la edición de esta obra que, a las bondades de crítica textual y literaria señaladas, añade una presentación formal halagadora a la vista y al tacto. Todo ello contribuye a seducir al lector moderno.

[n1] Un reciente estado de la cuestión puede verse en MENÉNDEZ PELÁEZ, Jesús, "Estudio sobre el teatro jesuítico español en el Siglo de Oro: Status quaestionis", Ínsula, 695, Noviembre (2004) 2-5.
[n2] MENÉNDEZ PELÁEZ, Jesús, «Los jesuitas y el teatro en el Siglo de Oro: Repertorio de obras conservadas y de referencia», Archivum LIV-LV (2004-2005) 421-563.

Jesús Menéndez Peláez
Universidad de Oviedo