miércoles, 31 de julio de 2013

Nave73, I Festival de teatro clásico de Madrid


AlmaViva Teatro, Fuente Ovejuna


Calle Palos de la Frontera 5, en el madrileño barrio de Atocha, un lunes 29 de julio, 8 de la tarde. Hay movimiento ante el portal de la casa de vecinos, en cuyos fondos se esconde un espacio de ese nuevo teatro que emerge en la villa y corte, contra viento y marea, sin subvenciones pero con el apoyo de la gente. Y ya lo creo que la gente estaba allí, puntual a la cita de Nave73.

Nave73 organizaba estos días del cruce de julio y agosto –como para dejar bien claro que su convocatoria puede con la crisis y hasta con la indolencia veraniega– nada menos que un primer Festival de teatro clásico de Madrid, en el que reunía tres jóvenes compañías: AlmaViva Teatro con Fuente Ovejuna, Shake & Falstaff con El caballero de olmedo y 300 Pistolas con El perro del hortelano.

Primer round –y nunca mejor dicho–, Fuente Ovejuna de AlmaViva Teatro, puesta en escena de César Barló, director que ya ha tenido más de dos ocasiones de bregar con los clásicos. Veamos brevemente algunas de las claves principales de este magnífico trabajo teatral.

La idea del pugilato: impregna de entrada todo el juego teatral, tanto entre actores y espectadores como en las réplicas entre actores. Las vendas de boxeo refuerzan visualmente esta idea y se convierten así en uno de los hilos conductores de una escenografía que tiene algún altibajo (las vendas no son utilizadas en toda su potencialidad en la escena de Laurencia desmelenada) pero que mantiene en general un buen ritmo.

Los espectadores: interpelados por los actores durante sus intervenciones brechtianas, sienten el deseo de intervenir pero saben que el don de la palabra no les está reservado en esa magia. ¿Qué habría pasado si hubiéramos roto esa regla? Lo que está claro es que ello no había desestabilizado mayormente a los actores.

Lope: su texto es evidentemente reducido pero no sale perdiendo un ápice. El verso es dicho con mucho sentido y los encuentros amorosos son realmente una delicia.

En resumen: esto de Nave73 y AlmaViva Teatro debe hacerse con los clásicos si pretendemos que sigan siendo clásicos para alguien, o sea, que sigan significando algo, que visualmente se puedan poner de pie, que la gente inunde una corrala hasta los topes cualquier tarde de verano. Bravo Nave73 y este primer Festival de teatro clásico de Madrid. Bravo AlmaViva Teatro. Sois unos clásicos, como Lope, y sabéis como él hacer teatro.